Luli Pastelería, fue parte del cierre de año de L&G, donde destacaron el progreso, alianzas y sueños compartidos

En el marco del cierre anual de proveedores organizado por L&G, Giselle y Jairo, impulsores de Luli Pastelería, brindaron un testimonio sincero y cargado de esperanza sobre lo que significó este 2025 para su emprendimiento. No solo hablaron de crecimiento comercial, sino también de motivación, aprendizajes y el valor de sentirse parte de una red que apuesta por el desarrollo de la comunidad.

A lo largo del año, Luli Pastelería consolidó su presencia como proveedor local, alcanzando metas que, según ellos mismos, hace un tiempo parecían lejanas. “Este año para nosotros ha sido muy importante. Nos hemos sentido muy bien, muy cómodos trabajando con L&G. Desde el primer momento sentimos que nos abrieron las puertas y que confiaron en nuestro trabajo”, expresó Giselle, destacando el vínculo construido con la empresa.

Para Jairo, el balance es aún más profundo. “Mirar hacia atrás y ver el trabajo que hemos logrado durante el año con L&G es realmente emocionante. Ha sido muy productivo para nosotros porque estamos progresando. Vemos nuestro progreso, paso a paso, y eso nos motiva a seguir creciendo”, afirmó.

Ambos coincidieron en que la experiencia de sumarse como proveedores “ha sido muy fructífera para el negocio” y les permitió perfeccionar procesos, ampliar su capacidad y proyectarse con más ambición hacia el futuro.

El evento de cierre de proveedores también ocupó un lugar central en sus reflexiones. Para la pareja, el encuentro fue mucho más que una instancia protocolar, fue un espacio de conexión genuina con otros emprendedores locales que atraviesan caminos similares. “El cierre de hoy nos pareció fabuloso, escuchamos historias muy parecidas a las nuestras, de personas que también empezaron de abajo, con esfuerzo, y hoy están consolidadas. Eso nos inspira muchísimo”, comentó Giselle. Jairo agregó: “Nos sentimos identificados, porque nosotros recién estamos comenzando. Ver el crecimiento de otros nos da esperanza, nos demuestra que podemos llegar más lejos si seguimos trabajando como hasta ahora”.

El acompañamiento, la capacitación y la oportunidad de integrarse a una cadena de valor más grande fueron aspectos que ambos valoraron profundamente.

Según ellos, el impulso de L&G hacia los proveedores locales no solo fortalece cada emprendimiento, sino al entramado económico y social de toda la comunidad. “No es solo vender un producto, es saber que somos parte de algo más grande, que nuestras metas también importan y que juntos podemos levantar proyectos que generen trabajo y desarrollo”, destacó Giselle.

Con la mirada puesta en el año que comienza, las expectativas son tan firmes como optimistas. “Para el 2026 esperamos seguir trabajando junto a L&G, seguir creciendo con ustedes y con todas las comunidades. Ojalá podamos continuar siendo socios estratégicos, como siempre”, expresó Jairo, dejando claro que el vínculo construido trasciende lo comercial.

El agradecimiento también ocupó un lugar destacado en sus palabras finales, “Gracias por confiar en nosotros, por acompañarnos y por darnos este espacio. Todo esto nos impulsa a seguir apostando por nuestro negocio y por nuestra comunidad”.