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El Pachón, una oportunidad perdida

El informe global que vuelve a poner bajo la lupa la falta de decisión política en Argentina para destrabar uno de los proyectos mineros más grandes del país.

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Un nuevo informe de la consultora GEM Mining Consulting expuso una realidad alarmante: más del 25% del suministro mundial de cobre está paralizado por conflictos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Entre los 33 grandes proyectos detenidos, aparece El Pachón, el yacimiento cuprífero ubicado en Calingasta, San Juan, propiedad de Glencore, que desde hace más de una década espera definiciones políticas y ambientales para avanzar.


Mientras el mundo se prepara para una transición energética que demandará más cobre que nunca, Argentina sigue sin poder poner en marcha uno de sus proyectos más prometedores, trabado entre la burocracia estatal, la falta de políticas claras y un entramado normativo que, lejos de ordenar, asfixia la inversión y desalienta la producción.


El informe de GEM subraya que los cuellos de botella no son técnicos, sino resultado de decisiones políticas y de gestión deficiente. “Estos conflictos podrían resolverse mediante una gobernanza más sólida, una mayor participación comunitaria y prácticas sostenibles”, señala el estudio.

Sin embargo, Argentina continúa repitiendo el mismo error: mirar hacia otro lado mientras los proyectos mineros se empolvan en los escritorios. El caso de El Pachón es emblemático. Con una inversión estimada en miles de millones de dólares y la capacidad de generar miles de empleos directos e indirectos, el proyecto está detenido por trabas ambientales, indefiniciones regulatorias y una evidente falta de coordinación entre Nación y Provincia.


Mientras Chile y Perú debaten cómo agilizar sus marcos legales para atraer inversiones, Argentina discute si permitir o no producir. Según GEM, Perú concentra el 31% del cobre no producido a nivel mundial (1,8 millones de toneladas), seguido por Estados Unidos, Chile y Argentina, que comparte su lugar con Papúa Nueva Guinea con 0,6 millones de toneladas paralizadas.

El contraste es evidente: nuestros vecinos trabajan para abrir camino a la minería responsable, mientras el país se encierra en discusiones estériles que solo profundizan la dependencia económica y la fuga de oportunidades.


El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), impulsado por el gobierno de Javier Milei, promete destrabar proyectos, pero aún no queda claro si alcanzará para revertir años de inacción y desconfianza. Sin un Estado eficiente que acompañe y garantice reglas claras, ningún régimen fiscal podrá generar el impacto esperado.


En ese sentido, El Pachón se convierte en símbolo de lo que Argentina podría ser, pero todavía no se anima a ser: un país productor, generador de empleo, y protagonista en la economía del futuro.


Mientras tanto, el mundo sigue avanzando. El cobre es el corazón de la electrificación, de los autos eléctricos, de las energías limpias. Cada año que Argentina pierde, otros países avanzan y consolidan su posición en el mercado.

“Reconstruir la confianza, fortalecer los estándares ambientales y estabilizar la gobernanza será crucial para liberar el cobre que el mundo necesita”, advierte el informe de GEM. En nuestro caso, también será crucial reconstruir la coherencia política y comprender que el desarrollo minero no se logra con discursos, sino con decisiones.


Porque El Pachón no está detenido por falta de cobre. Está detenido por falta de coraje político.

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