Sorpresiva reunión entre Milei y el empresario Manzano, con la minería como eje de agenda

El presidente Javier Milei mantuvo un encuentro privado en Miami con el empresario mendocino José Luis Manzano, en el marco del American Business Forum. La reunión generó gran interés por la confluencia entre las reformas económicas impulsadas por el Gobierno y los amplios intereses del holding de Manzano, especialmente en los sectores minero y energético.

José Luis Manzano, a través de su grupo Integra Capital, ha consolidado una posición de poder en diversas áreas estratégicas del país. En el rubro energético, controla distribuidoras como Edenor y Edemsa, y participa en la petrolera Phoenix Global Resources. En minería, su influencia es aún mayor: Integra Capital posee más del 60% de las hectáreas de litio desarrolladas en Jujuy y Catamarca, además de impulsar el proyecto Potasio Río Colorado en Malargüe, Mendoza.

El encuentro con Milei se dio en un contexto de reacomodamiento empresarial y desregulación económica. En los últimos meses, YPF adquirió el 50% restante de Refinor, perteneciente a Integra Capital, en una operación valuada en US$25,2 millones. Al mismo tiempo, el grupo espera una compensación por el congelamiento tarifario de Edenor y analiza la compra de la red de estaciones de servicio de Shell Argentina, lo que consolidaría aún más su presencia en el mercado energético.

En Mendoza, el Gobierno provincial trabaja junto a Manzano para reformular el contrato de Potasio Río Colorado, con el fin de acelerar su producción y expandir las exportaciones hacia Brasil.

Más allá del plano empresarial, la reunión tuvo un marcado trasfondo político. Manzano, exministro del Interior en la década del ’90, ha manifestado públicamente su respaldo a las políticas de Milei y a su programa de reformas estructurales, al que considera esencial para atraer inversiones y modernizar la economía argentina.

El empresario, reconocido por su capacidad de negociación con distintos gobiernos, se perfila como un actor clave en el vínculo entre el sector privado y la Casa Rosada, reforzando la estrategia presidencial de consolidar apoyos en el empresariado para sostener el proceso de desregulación y apertura económica.